Ayer fui a ver una obra de teatro basada en un poema de Pasolini. Me invitaron. Nunca había leído a Pasolini, ni visto una película suya ni nada, solo sabía que era homosexual y extraordinariamente guapo (como los italianos, que cuando son guapos son los hombres más guapos del mundo), ni siquiera recordaba que había muerto asesinado. Recordaba vagamente que era comunista, sabía que en sus películas había mucho sexo, sexo difícil, político. El sexo le interesaba desde un punto de vista personal (era un apasionado y un loco, un hambriento), pero también social y cultural, como instrumento para cambiar y entender el mundo. Sabía que era un hombre muy comprometido con su época, los años sesenta y setenta, y sabía, claro, que era un mito. Total: Me daba un poco de pereza.
© 2025 Milena Busquets Tusquets
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