Estoy en Cadaqués e inspirada por la magnífica lista “25 cosas con las que la gente tiene una capacidad desconcertante para sorprenderse continuamente” que Leticia Sala publicó ayer en su blog, he pensado que iba a hacer una lista de las “25 cosas que aprendí en Cadaqués”.
En Cadaqués, durante sus veranos infinitos, aprendí lo que era la libertad, que se parece mucho a la felicidad, que se parece mucho a una niña de seis años jugando a la orilla del mar, comiendo patatas fritas, leyendo cuentos, haciendo cola en la carnicería, aprendiendo a ir en bici y observando a los demás.
En Cadaqués, besé a un hombre por primera vez (y la última vez que he besado a un hombre también ha sido aquí).