Queridas amigas y amigos:
Empecé este blog en febrero, justo un mes antes de la publicación de mi último libro, “Ensayo General”. Lo hice movida por el entusiasmo (como hago todas las cosas que hago, si no no valen la pena) y convencida de poder cumplir con el compromiso de escribir tres artículos a la semana.
Acababa de entregar un libro, todavía no sabía qué iba a escribir a continuación y no había empezado la locura de las presentaciones y entrevistas para hablar de “Ensayo General”.
Mi vida era mi estilo de vida ideal: el de una ama de casa que no se ocupa de la casa. Daba largos paseos con mi perrita, observaba los cambios (en el aire, en los árboles, en el piar de los pájaros) que señalaban la llegada de la primavera, leía, veía a mis amigos, me ocupaba de mis hijos (que ya son mayores y muy listos y no necesitan mucha ayuda para nada), soñaba despierta (que es desde niña mi actividad favorita) y, sobre todo, escribía muy felizmente este blog.
Entonces salió “Ensayo General”, empezó el rodaje de la película basada en “También esto pasará” y llegaron Sant Jordi y las ferias del libro. Pasé de un vida prácticamente de monja de clausura a una vida de persona loca que no sabe dónde estará al día siguiente ni con quién.
Eso ya ha pasado (o está a punto de pasar), pero en medio de toda esa actividad febril descubrí cual iba ser mi próxima novela y empecé a esbozarla y decidí también que quería escribir dos libros más (que ya os contaré en su momento). Me di cuenta entonces de que iba a ser imposible seguir con el blog al mismo ritmo de tres artículos a la semana. No solo por la falta de tiempo para escribirlos, sino porque una vez publicados, no podría estar lo suficientemente presente para responder a todos los comentarios, para discutir y hablar con mis lectores, que es la parte que más me gusta, inspira y alegra la vida.
Así que he decidido empezar a publicar un artículo a la semana (que saldrá los sábados) y bajar el precio de la suscripción a 5 euros al mes. Ojalá os parezca bien. Creo que esta es de verdad la única forma de que siga escribiendo libros, de que el blog (que tanto me gusta y me divierte y a cuyos lectores adoro) no pase de ser un ejercicio de creación, de ligereza y de libertad a una mera excusa para no escribir libros. Creo que puedo hacer ambas cosas, no quiero renunciar a ninguna. Y este seguirá siendo el único lugar a parte de los libros donde se me pueda leer. Desde que comencé a publicar el blog, me han propuesto colaboraciones en varios medios estupendos, he dicho a todas que no. Sé que este es el lugar donde quiero escribir, publicar y estar. Ojalá que vosotros también.
PS: La foto, tan bonita, es de Morrosko Vila San Juan.
Pues me parece una decisión juiciosa, acertada y, lo más importante, necesaria. Hay que hacer sitio y liberar espacio.
Y yo al menos seguiré encantado y esperando los sábados como quien espera la carta manuscrita de una amiga.
Besos
Me parece estupendo Milena. Planteas un problema resolvible, la vida cambia y adaptarse al cambio es de valientes y también de inteligentes. Por supuesto el sábado esperaré el correo del zar con mil amores.
Y mil gracias por seguir aquí a pesar de.