El otro día estuve en la Feria del Libro de Madrid y al pasar por la caseta donde firmaba Mariana Enríquez (que siempre va fabulosamente bien vestida, un poco gótica y un poco grunge, pero siempre 100% ella) vi que llevaba una blusa de encaje negro bastante transparente y muy escotada con un sujetador fucsia debajo.
Me encantó, claro. Por varias razones:
Porque me gusta ella. Cuando alguien nos gusta (cuando hemos mirado a alguien a los ojos y le hemos visto y nos ha visto -es suficiente con eso, no hace falta más para despertar el afecto verdadero-. Hay ojos en los que no nos veremos reflejados jamás, siempre serán estanques oscuros y embarrados, en cambio hay otros que son una salida al mar. Son los únicos que interesan. No vale la pena perder ni un segundo con los otros).